Hombre que mató a científico de Irvine acampando con niños en Calabasas recibe 119 años

Un hombre condenado por disparar fatalmente a un científico investigador de Irvine mientras dormía dentro de una tienda de campaña con sus dos hijas pequeñas en Malibu Creek State Park en lo que el juez llamó un crimen "a sangre fría" fue sentenciado el miércoles 7 de junio a 119 años. a cadena perpetua.

Anthony Rauda, ​​de 46 años, fue llevado a una sala del tribunal del centro de Los Ángeles en una silla de sujeción y con una capucha en la cabeza, como resultado de dos ataques anteriores contra agentes del alguacil mientras estaba bajo custodia.

Fue condenado el 26 de mayo por asesinato en segundo grado por el asesinato del 22 de junio de 2018 de Tristan Beaudette, de 35 años. Los miembros del jurado también encontraron a Rauda culpable de tres cargos de intento de asesinato, incluidos dos que involucraban a las hijas de Beaudette que no fueron alcanzadas por disparos, junto con cinco cargos de robo comercial en segundo grado.

Los miembros del jurado absolvieron a Rauda de otros siete cargos de intento de asesinato relacionados con una serie de otros tiroteos matutinos en la misma zona.

“Este caso fue escalofriante”, dijo la jueza de la Corte Superior de Los Ángeles, Eleanor Hunter." Fue violento. Fue a sangre fría. No hay absolutamente ningún remordimiento".

La viuda de la víctima, Erica Wu, solicitó la pena máxima para Rauda y dijo en un emotivo comunicado que quería decirles a sus hijas que la persona que había matado a su padre estaría tras las rejas de por vida.

"Es el único resultado que tiene sentido, que ellos y yo estemos a salvo y que nunca tengamos que preocuparnos de que él salga, que a esta persona nunca se le permita caminar un día libre cuando le robó a Tristan ese mismo privilegio y les robó a todos los que conocían a Tristan de tenerlo en sus vidas", dijo.

"Aunque no estuve allí, me siento como si lo estuviera", dijo.

Sus hijas tenían 2 y 4 años en ese momento.

"Espero que hubiera muerto instantáneamente y no hubiera tenido que experimentar nada de eso", dijo. "¿Pero lo sintió? ¿Sabía lo que sucedió? ¿Hubo segundos o minutos en los que sintió dolor, en los que pudo sentir su propia sangre acumulándose debajo de él, en los que pudo ver u oír a sus chicas gritar o llorar a su lado?".

Durante el juicio por asesinato, la fiscal de distrito adjunta Antonella Nistorescu dijo al jurado que la evidencia contra Rauda era "abrumadora", mientras que el abogado de Rauda le dijo al panel que había dudas razonables e instó al jurado a absolver a su cliente.

El fiscal dijo que las pruebas de balística vincularon un rifle que se encontró en una mochila que llevaba Rauda en el momento de su arresto con la bala que mató a Beaudette y un tiroteo que dañó un Tesla blanco que conducía cerca unos días antes.

El fiscal dijo que Rauda usaba una máscara y ropa oscura y portaba un rifle cuando cometió robos, incluidos dos en el Centro Comunitario Calabasas y dos en el Distrito de Agua Las Vírgenes de julio a octubre de 2018, calificándolo de "minucioso", "deliberado" y "cuidadoso."

Después del último allanamiento, Rauda fue rastreado a través de huellas de botas y un perro rastreador hasta un campamento improvisado el 10 de octubre de 2018, dijo Nistorescu.

El abogado de Rauda, ​​Nicholas Okorocha, señaló que las pruebas de ADN realizadas en colillas de cigarrillos encontradas cerca de donde las autoridades creen que el hombre armado disparó contra la tienda de Beaudette mostraron que el ADN provenía de un hombre no identificado y que no coincide con el ADN de su cliente.

El fiscal respondió que las colillas de cigarrillos se encontraron en un campamento público y no tenían conexión con el tiroteo de Beaudette.

El cuñado de Beaudette, Scott McCurdy, le había dicho al jurado que estaba durmiendo en una tienda de campaña cercana cuando lo despertaron "varios estallidos fuertes" que inicialmente pensó que podrían haber sido fuegos artificiales o algo de una hoguera cercana y vio "como un destello de luz" temprano en la mañana del 22 de junio de 2018.

Dijo que escuchó a una de las hijas de Beaudette comenzar a llorar y esperó a que su cuñado calmara a la niña, luego decidió salir de su tienda para ver qué pasaba cuando escuchó a la hermana mayor de la niña hablando con ella. .

"Escuché a las niñas llorar", dijo, y le dijo al jurado que la hija menor de Beaudette dijo: "Mojada, mojada" y que él no pensó nada al respecto.

McCurdy dijo que trató de consolar verbalmente a las niñas mientras intentaba despertar a su cuñado.

Luego vio a las niñas arrodilladas en un charco de sangre y el rostro de su cuñado en un charco de sangre.

Dijo que se agachó para tratar de sentir el pulso de su cuñado en el cuello y se dio cuenta de que debía sacar a las niñas de la tienda.

Otro campista llamó al 911.

El cuñado de la víctima dijo que retuvo a las niñas hasta que llegaron algunos vecinos y luego volvió a la tienda para ver cómo estaba Beaudette.

"Noté que no había nada en sus ojos", dijo. "Me di cuenta de que se había ido".

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